Vergüenza y bochorno
Alrededor de los dos años y medio, el niño se da cuenta de que si ha actuado "de forma diferente" a los adultos que le rodean, será condenado al ostracismo, avergonzado o castigado. Se desarrolla un sentimiento de vergüenza. Cuanto más se repiten el rechazo, la vergüenza y el castigo, más arraigada queda la vergüenza en la persona. ¿Cómo podemos reconocer, comprender y tratar el problema de la vergüenza en nuestros clientes?
Con oportunidad de realizar ejercicios y debatir casos